domingo, 27 de marzo de 2011

ODA A LA MELANCOLÍA

By Alanpow Revolution Stories  ARS

1ro. Pienso: La deseo.
Provoco un encuentro, una aparición de espíritu chocarrero; la bombardeo con sentimientos camicaces disfrazados de detalles amistosos, pero son estos repelidos  por sus gruesas escamas afiladas y desinteresadas, que a la vez marchitan la soberanía de mi conciencia, me estremezco; pero no lo quiero, lo impido, asfixio la ansiedad y amago mis instintos sofocando el deseo; hoy no hay negocio, ¡retirada!
Inmerso en la helada madrugada. -Me encuentro flotando entre ásperos sueños y turbias pesadillas, desorientado y salpicado de reflexiones por este llanto ahogado; ¿a caso es qué me he perdido?
¡De Pronto!  -Me golpea la realidad...  -¡Respiro!-...  Pero, en un instante de tiempo detenido, me doy cuenta que no es el primer naufragio. Y en la negra obscuridad, por mi frágil supervivencia, paso la noche en vela.
En el silencio desgarrador -¡De repente!- Un estrepitoso gruñir brota de la sombras quebrando mi desvelo; quejándose una y después dos y luego tres veces, cada vez más frecuente, mientras pasa la noche estrellada.
Mientras pasan las sombras deambulando y cortando el aire como navaja mientras hace más frio en este ambiente desolado, van cambiando de forma sin ser definidas.
Y sigue pasando el tiempo, no soporto el ruido dentro de mi cabeza.
Cuando estoy llegando al límite de la cordura, se cruza frente a mí una tenue luz que anuncia el alba. –Entre pocas luces, camino embriagado entre luces y sombras, trastornado por aquel espectro ruidoso. Entre mis tambaleantes pasos, siento como el rastrero espectro se transforma en un insecto ponzoñoso, adherido a mí como plaga que susurra desasosiegos, es un profundo vacio en el que grita ¡Vencido, Perdido!...
El insecto hambriento trepa por mi espalda y cuello desgarrando mi piel, trepa hasta quedar quieto frente a mis oídos solo un instante, y rápidamente se introduce en la cavidad auditiva. Desesperadamente intento sacarlo pero es inútil, solo logro sentir sus movimientos agitados, y logro sentirlo dentro de mi cara. Al mismo tiempo ataca con sus filosas garras y pizas la parte interna de mis ojos, dentro del lagrimal provoca un intenso hormigueo casi al borde del llanto.
Al no poder extirpar el microbio que crece como cáncer y derrotado ante fatal perspectiva confronto mis temores arrojándome al vacío. Despierto sin temores confrontando mi peor pesadilla ¡depresión!, no puedo ser vencido. Pero tengo el claro conocimiento de que continuare con una nueva batalla el día siguiente.

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