lunes, 4 de abril de 2011

LA PSICOLOGÍA VS EL ARTE Y EL DISEÑO

By Alanpow Revolution Stories ARS 
 
CAPÍTULO 1. LA EMPRESA
La Psicología era una disciplina muy aplicada en la escuela, contaba con una buena reputación y las demás disciplinas se apoyaban en el ella para entenderse a sí mismas, ya que estudiaba la mente, sus procesos psíquicos y cognitivos. En el campus de las disciplinas desarrollo una buena estructura de razonamiento y racionalidad cultural. Solamente que nunca pudo desarrollar habilidades creativas, estaba convencida de que no era necesaria, ya que si quisiera podría usar la creatividad de alguien más. La Psicología tenía muchos sueños cuando era joven, pero solamente veía pasar los años y nunca pudo realizar ni uno solo de sus sueños; pero se engañaba a sí misma a menudo y creía ser una “Ciencia Verdadera” y no solamente una herramienta teórica. Y así pasaron los años hasta que un buen día, se encontró un saco gordo, gordo lleno de oro. Entonces todo cambió, se sintió tan afortunada que pensó -“ya era hora que la vida me sonriera, me he esforzado tanto”-. Ella tomó el enorme saco de oro, lo escondió y solamente pensaba una cosa, “protegerlo”.

Mientras pasaba el tiempo y se llenaba más y más de lujos se iba sintiendo cada vez más insatisfecha y solo pensaba en sus sueños no realizados. Así tomo la decisión de crear su propia empresa, pero no sabía sobre ¿qué? -Mmm… Un pequeño problema!- Un día mientras caminaba por la calle se encontró a un Técnico trabajando sobre una idea, la idea parecía relucir de color, era muy bella. Ella se quedo muy sorprendida de lo que vio, y pensó “eso es! eso es lo que quiero vender”. Ella se acerco al Técnico y le pregunto -¿¡Qué es eso!?- Y él respondió orgulloso, -“es una idea”, y ella pregunto- y que haces- él respondió- la arreglo; ella le dijo que pensaba que -eso se puede vender muy bien-, y él respondió –ha claro, una buena idea se puede vender en millones.- A ella le brillaron los ojos y decidió hacerle un trato, ella le daría todo lo necesario y él se encargaría de generar las ideas para poder venderlas siendo socios; el trato sonaba muy bien, se entendieron de inmediato y al poco tiempo se pusieron a trabajar juntos.

La Psicología comenzó a invertir sobre el nuevo proyecto que parecería ser muy prometedor. Construyó un taller con todo el equipo para poder trabajar las ideas. Contaba con lo mejor tecnología y creía que podría ser la disciplina más famosa y poderosa de todas. Y después de tanto invertir y esperar, le pregunto al técnico que si ya le podría mostrar las primeras ideas, el Técnico le mostro las ideas que tenía, no eran buenas ni malas, solamente necesitaban trabajarse más, pero como era La Jefa y debía tomar decisiones importantes, no quiso arriesgarse, pensaba solo en aceptar ideas buenas. Para la siguiente vez, apareció el Técnico con otras ideas nuevas, pero se parecían a las anteriores, solamente las había arreglado. La psicología sin perder la calma le dijo: -preséntame nuevas ideas-. Entonces el técnico respondió, -Yo no puedo crear ideas nuevas, yo solamente puedo arreglar las ideas que ya existen. A ambos se les ocurrió invitar a otras disciplinas a trabajar con ellos para generar las ideas y darles la oportunidad de trabajo. El trato era que el Técnico les enseñaba a arreglar las ideas, y las otras disciplinas iban a contribuir compartiendo sus ideas.

Ellos sabían que ésa era la respuesta, pero no podían esperar tanto, ni arriesgarse a perder una idea por ser ajena, y decidieron comenzar con una idea existente y trabajarla. La idea era grande y gris, y le llevó muchos años al técnico arreglar la idea, darle color, y hacerla parecer original. Después de tanto esperar. La Psicología estaba contenta con el resultado, era una idea maravillosa, y podrían venderla muy cara, por fin tenía su idea original! La Psicología tan contenta por ser la creadora de la idea, se generó en ella sin darse cuenta, un gran ego tan grande que no lo percibía, era tan grande que rebasaba las nubes. Y el técnico estaba tan orgulloso de ser el desarrollador de la idea, que se auto nombro el gran tecnicolor.
Intentaron vender la idea pero no lo lograron, se pusieron a analizar la situación, no lo entendían, ya que la idea parecía valer oro y llegaron a la conclusión de que la idea tenía muchos problemas técnicos y se debían arreglar.  Entonces la Psicología pensó invitar a otras disciplinas a colaborar con su magnífica idea para arreglarla y pedirles posibles ideas para desarrollarlas tal vez en el futuro. Le pregunta la Psicología al Técnico, -¿Qué disciplinas pueden realizar ese trabajo?- y el técnico respondió: -La Filosofía genera muchas ideas complejas, podemos pedirles algo simple; el Diseño puede darle forma a la idea;  el Arte puede hacerlo atractivo y la Música le daría armonía. Entonces fue cuando hicieron el llamado a las otras disciplinas.

Capitulo 2. EL ACUERDO.
Después de algún tiempo, solo respondió el Diseño al llamado y le mostraron la maravillosa idea y él les ayudo a darle una mejor estructura, pero él contaba con muy pocos recursos, entonces la psicología que es tan buena le ofreció como ayuda una moneda de oro por cada contribución a la idea y como trato de palabra no podría sacar ninguna idea que allí se realice. El diseño contento por el ofrecimiento aceptó y trabajo duramente sobre las ideas, y cuando mostraba una verdadera aportación, recibía una moneda de oro. Con el tiempo fueron muchas sus aportaciones, y esa moneda de oro estaba pesaba mucho en el enorme ego de la Psicología que sentía un agujero en su enorme saco lleno de oro.
La relación de trabajo entre el Técnico y el Diseño no era la mejor, pero mientras Tecnicolor y el Diseño trabajaban juntos, Tecnicolor estaba contento por tener un compañero para conversar. El Técnico siempre le hablaba las mismas cosas al Diseño, cosas que no le interesaban. El técnico que sabia comprender fácilmente las formulas para hacer y deshacer, aprendió de la psicología a conquistar las mentes jóvenes y bellas, una práctica que le llevó tiempo aprender y dominar, pero que se volvió su deporte favorito, aunque le trajo muchos problemas y desilusiones, el Técnico lo seguía intentando sin perder el ánimo en triunfar algún día sobre todas las que lo lastimaron.
Después de otro, algún tiempo, acudió al llamado el Arte, el cual llego a un acuerdo con la Psicología, él iba a aprender mucho y se le respetarían sus aportaciones como Autor Intelectual, pero esto sería sin paga alguna. Solo viviendo con la promesa de que la empresa tendría mucho éxito algún día, el arte acepto el acuerdo. 

El Arte se integro al equipo de inmediato, pero éste fue más difícil y tardo más en acoplarse. Tardo mucho en aprender, tubo muchos más errores que aciertos al principio, ya que no sabía manejar para nada esa poderosa tecnología. Al principio el arte no se entendía con el técnico ni podía manejar las herramientas, todos podrían pensar que sólo era un bruto que solamente estaba preocupado por su imagen, creerían que era un bicho raro y que no servía para nada, más que para descomponer, destruir, desorganizar o deshacer los pocos arreglos que le hacían a la idea maravillosa.
Por su parte la psicología investigaba todo lo necesario para vender la idea, buscaba por todos lados un comprador, pero simplemente no aparecía el afortunado.
Con el tiempo el Técnico, el Arte y el Diseño se hicieron un tipo de amigos laborales y discutían todos sobre sus ideas intereses, muchas veces estaban en completo desacuerdo, pero en varias ocasiones el Arte y el Diseño lograban un acuerdo para entenderse y proponer ideas, ideas tan ajenas al Técnico que sonaban absurdas en la mayoría de las ocasiones, también al proponer buenas mejoras al trabajo, el Técnico se presentaba ante la Psicología y le comentaba orgulloso que a él se le habían ocurrido, y así la Psicología estaba tranquila al saber que el Técnico todavía era capaz de tener ideas y controlar a las otras disciplinas.

CAPÍTULO 3. LA NUEVA IDEA
Después de tanto esperar ya no pudo soportarlo la Psicología y decidió poner los pies en la tierra: cómo vender la idea, cómo promoverla, cómo lograr que la patrocinen, cómo difundo el trabajo realizado? El Técnico estaba obligado a contestar las preguntas; al preguntarle al Arte y al Diseño, -¿Qué se les ocurre muchachos?- se le propuso al Técnico generar una idea nueva, ya la idea que tenían se hacía más y más vieja, y se notaban que se había arreglo demasiado, que parecía chicle masticado sin sabor. El Técnico se presento ante la Psicología y respondió. Estuvimos discutiendo mucho y llegue a la conclusión de que debemos realizar otra idea, guardar ésta o promoverla e ir juntando las ideas para tener más productos que vender. La psicología al no tener más opción lo pensó y lo pensó. Después de algún tiempo acepto a regañadientes darles la oportunidad de crear una idea nueva, pero con la condición de ser una muy buena idea y que esta vez no tenga errores. 

Pasaron muchos días de discusión y planeación, todos proponían ideas a diestra y siniestra, el taller de producción se llenaba de chispazos de iluminación en la obscuridad con todas las ideas que allí cobraban vida. Pero lamentablemente ninguna era lo suficientemente buena para la Psicología, el Diseño proponía buenas estructuras pero carecían de forma, el arte se pasaba de creatividad y no concretaba una base solida y el Técnico intentaba arreglar las ideas que pensaba le agradarían más a la Psicología, pero por mucho tiempo no resultó y solamente tiraron muchas ideas a la basura. Para mala fortuna del Diseño al no trabajar en la vieja idea maravillosa, no recibía su moneda de oro…

Cuando salían del taller y camino a casa, el Arte y el Diseño se ponían a construir ideas tan absurdas que jamás serían aceptadas por la Psicología, entre ellas se generaban sin querer nuevas ideas con las que jugaban y desechaban. Un buen día se decidieron a sacar la nueva idea, una idea que contenga todo lo que ellos creen que sería bueno para ellos mismos, y no para las exigencias de la Psicología. Y comenzaron a trabajarla, colaborando ambos en la base y la forma, cuando la tuvieron casi lista, el Técnico se dedico a arreglarla y cuando la Psicología pidió ver los resultados, el Técnico dijo -¡ya casi acabo! Cuando se le presento la idea nueva, no estaba muy convencida pero quedó satisfecha. La Psicología le puso su nombre y pensó que sería mejor demostrar de una vez  de lo que es capaz, como táctica para venderla.

El Arte y el Diseño se cuestionaron después de eso, por qué no darnos nuestro debido crédito, en lugar de robarlo, ideas como esa podríamos desarrollar muchas más y mejores, solamente se trata de dar el crédito al realizador, no al que pone las herramientas ni al que lo arregla y simplemente no nos dan la confianza de trabajar de esta manera. Pensaron manejar la situación tan delicada con discreción y mejor ver para adelante, ¿Qué sigue?

La respuesta fue mucho trabajo, más pesado y cargado que antes, para investigar sobre las ideas que han funcionado y copiar las formulas, abarcando mas áreas para difundir las ideas, -era como vender el alma al diablo, y desperdiciar nuestras habilidades! -Pensaron. Por lo que el Diseño, se embarco a nuevos horizontes para buscar mejor suerte. El Arte se quedo lo suficiente para comprobar lo sucios que eran trabajando juntos y firmando trabajo que no les corresponde. Completamente perdidos en su visión, tomando muy malas decisiones, cambiando de idea a cada rato y la mala comunicación género un enorme cáncer que jamás lograrán extirpar; no se daban cuenta, lo tuvieron en frente todo este tiempo, y jamás lograrán comprenderlo, la verdad es obvia…

CAPÍTULO 4.  AUTODETERMINACIÓN
Cuando paso el tiempo el Arte y el Diseño se encontraron de nuevo y habían madurado su visión con respecto a la experiencia pasada. Después de mucho analizarlo se dieron cuenta que ellos no necesitaban la lógica innegable de la Psicología ni sus recursos y pensaron en proponer nuevas ideas, en base al sistema que les funciona. Por lo que comenzaron a combinar esfuerzos y trabajar juntos una misma idea. Al poco tiempo se notaba que la combinación de ambas disciplinas lograba cosas extraordinarias. Después de eso decidieron arriesgarse a crear una micro-pequeña empresa, con muy pocos o casi nada de recursos, solamente contaban con 3 monedas de oro, que guardo el Diseño de trabajar con la Psicología, y así empezó una nueva historia. Cuando se cierra un ciclo y comienza otro la curva para recuperar el equilibrio es muy cerrada y uno se podría perder en ella sin una visión clara. 
Cuando una empresa grande vio lo que podían lograr el Arte y el Diseño, no pensó mucho en absorber esta empresita. Después de eso Arte y Diseño crecieron como espuma al cielo, y lograron tener éxito de manera honesta. Simplemente mostrando lo que saben hacer y dividiendo el trabajo.

CAPÍTULO 5. EL DERECHO DE AUTOR.
Varios años después la Psicología se encontró con que el Arte y el Diseño habían tenido éxito, y estaba convencida de que todo eso fue gracias a su divina intervención al recogerlos de la calle y enseñarles lo que saben. La Psicología envidiosa decidió cóbrales caro la traición y vengarse de manera legal ya que conocía todo sobre ambas disciplinas. CHA-CHA-CHA-CHANNN….
La psicología se puso en contacto con un viejo amigo del campus de las disciplinas se llamaba el Derecho, encargado de que la ley se cumpla en base a la constitución, las reglas, los acuerdos y contratos. Un trabajador muy hábil y diestro para hacer que la ley se cumpla a favor del que pueda pagarle su enorme valor. Después de conversar ambos, la Psicología estaba convencida de ganar el caso y quedarse con el derecho sobre todo el trabajo de las pobres disciplinas que tuvieron la desgracia de conocerse en esas circunstancias.

El Derecho metió una enorme demanda de violación de contrato y plagio, pero afortunadamente las disciplinas estaban protegidas ante la ley por el derecho de autor, y contaban con buenos abogados proporcionados por la empresa, que se volvió internacional y que lucharía hasta el final protegiendo sus intereses, en favor de los que le han generado tal crecimiento. Eso es gratitud!...
Finalmente la Psicología perdió más de lo que creía de su saco de oro en vano, perdió credibilidad y su imagen fue ridiculizada en los medios. Por fin se le caía la máscara, y el teatro. Nunca nadie más volvió a creerle a la Psicología. Tiempo después el Técnico reflexiono sobre todo lo que había ocurrido y se le cayeron las vendas de los ojos. Y se incorporó a la empresa, desde abajo, con la idea de trabajar de nuevo al lado de las disciplinas que le mostraron lo grandioso que puede ser creyendo en sí mismo. Cuando se reunieron de nuevo el Técnico lamento lo ocurrido y se volvió más fiel a sí mismo y a los verdaderos creadores, ocupando el lugar que realmente le corresponde, arreglarlo casi todo. Y ellos le dijeron – Esperábamos desde mucho antes que despertaras de la imnosis, Idiot…! Después de eso todo fue mejor…

Esta historia está completamente dedicada a la Psicóloga que inspiró esta historia. La Psicóloga Ema Thomas (False name). Te agradecemos sinceramente que hayas podido lograr reunir al Arte y al Diseño para crear algo magistral.
Como aclaración no se le tomo absolutamente nada de su pertenencia, solamente se usaron algunas ideas que estaban enlatadas y desechadas en el taller, y que de esa forma jamás hubieran podido salir a la luz. Solamente mostramos lo que sabemos hacer. Le recordamos que aun cuenta con la idea maravillosa, sáquele provecho.


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